Dos águilas reales hembras mueren electrocutadas en Ourense

Dos águilas reales hembras que estaban a punto de iniciar la etapa de crianza -con transmisión por satélite, al formar parte del programa de refuerzo y recuperación de esta especie en Galicia-, mueren electrocutadas en la provincia de Ourense, como refleja en su web el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat. La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) indica que esta es una noticia «muy preocupante» y alerta sobre las consecuencias nefastas que puede tener el tendido eléctrico en esta comunidad autónoma, debido a su importante volumen de producción y al cableado que cruza el territorio. Y destaca que la población de águilas reales en Galicia es «diez veces menor que la de las demás comunidades autónomas», por lo que demanda a la Administración gallega que adopte «soluciones de mayor calado».

El presidente de la SGHN y miembro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Serafín González, reconoce el «importante esfuerzo económico» que está haciendo la Xunta para reforzar la población del águila real y la instalación de transmisores con GPS vía satélite para controlar su seguimiento, por lo que considera «alarmante» que murieran electrocutadas cuando estaban a punto de establecerse y empezar a criar. «Ha sido una pérdida muy importante, porque la población de águila real en Galicia es muy reducida. La muerte de dos hembras que ya tenían un territorio establecido, para empezar a criar, es malo. Pero además, esto hace saltar una voz de alarma, porque hay muy pocas águilas reales en Galicia con transmisores por satélite. Que hayan fallecido dos, puede indicar que la muerte por electrocución es una causa importante del declive de la especie». Y, a la vista de la alta incidencia, pregunta: «¿Entonces cuántas están muriendo, de las que no tenemos marcadas?». La electrocución de las dos águilas reales se ha descubierto «al ver por el receptor de satélite que estaban quietas, fueron a buscarlas, y las encontraron muertas».

La muerte de las águilas reales por electrocución se produce porque tocan con el cuerpo en dos cables o en un cable del tendido eléctrico y en el poste, sobre todo cuando salen o se posan, dada su envergadura, que va de 1,80 a 2,50 metros.

Serafín González pide a las compañías eléctricas que se impliquen en la solución de este problema, modificando el trazado del tendido, siempre que sea posible, o colocando postes que eviten el riesgo de electrocución. Mientras tanto, demanda que contribuyan al desarrollo de programas para reforzar la población de esta especie en Galicia.

Fuente: GREFA / Farodevigo

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